Ante cualquiera de los siguientes casos debes acudir a urgencias cuanto antes:
Tiene mal estado general.
Fíate de tu instinto. Si ves a tu hijo muy mal, no lo pienses y ve a urgencias.
El Buen Estado General descarta que haya problemas graves.
Con Mal Estado General hay que descartar que los haya.
Tiene un dolor persistente.
Los dolores que vienen y van, aunque sean intensos no suelen ser graves.
Cuando el dolor es intenso y no cede durante horas hay que descartar problemas importantes.
Tiene ahogo.
Una cosa es estar un poco congestionado o tener la nariz tapada de mocos y otra tener ahogo de verdad.
Si ves a tu hijo respirar con dificultad de verdad deberías llevarlo a urgencias.
Un niño que se ahoga:
– Respira rápido.
– Tiene la piel pálida o azulada.
– Le cuesta que el aire entre en los pulmones.
Vomita todo lo que toma.
Un vómito no deshidrata a nadie. Pero si vomita todo lo que toma puede deshidratarse en menos de 24 horas.
Si los vómitos son constantes, debe ser visto en urgencias, para descartar causas importantes y para cortar los vómitos antes de que se deshidrate.
Está deshidratado.
Cuando un niño se deshidrata:
– Tiene la boca seca.
– Está decaído.
– La piel está pálida y las ojeras marcadas.
– Orina poco.
Si reúne estos signos debes llevarlo a urgencias para rehidratarlo y tratar la causa de la deshidratación.